Cómo no faltar nunca a un entrenamiento: conversación con Jessamyn Stanley

No importa cuán motivados estemos para ir al gimnasio, todos tenemos días en los que algo nos impide hacer ejercicio. A veces es algo literal: una fecha límite en el trabajo, una emergencia familiar, un resfriado. A veces es algo más mental: pensamos que no estamos “lo suficientemente en forma” para la clase, o que 10 minutos no son “suficientes”, o tenemos miedo de ser la persona nueva.

Jessamyn Stanley lo entiende. Hace poco nos reunimos con esta instructora de yoga y defensora de la positividad corporal de 29 años que está ayudando a lanzar U by Kotex FITNESS. Stanley habló sobre la confianza en uno mismo, cómo ponerse en situaciones desafiantes, las redes sociales y más.

P: ¿Cómo haces para que nada te impida mantenerte en forma?
Jessamyn Stanley: Me adapto a mi situación actual, a mi estado físico. Intento averiguar qué puedo hacer. Quizá te guste hacer senderismo y normalmente haces entre 5 y 6 kilómetros, así que quizás hoy solo hagas 1,5 kilómetros. Tu cuerpo sabe que le estás dando lo que necesita. Siempre hazlo desde el amor, no desde el estrés ni la ansiedad. Esa perspectiva es lo más importante. Puedes cambiar todo lo demás, pero si tienes la perspectiva equivocada, nunca te sentirás bien contigo mismo. Date amor.

P: ¿Cuál es tu consejo número uno para no faltar nunca a un entrenamiento?
Stanley: Ten confianza en ti mismo. Intenta poner todo el amor posible en lo que haces para no empezar desde un punto de odio. Si lo haces, no avanzarás. Puede que notes cambios en tu cuerpo, pero no eres más feliz ni más agradable, lo único que eres es más pequeño, ¿y qué importa eso? ¿A quién ayuda eso? Si empiezas desde un lugar compasivo y amoroso hacia ti mismo, siempre estarás empezando desde el lugar correcto.

P: ¿Qué consejo le darías a la gente que teme ser juzgada por su físico?
Stanley: Todo el mundo tiene algo que le preocupa. “Soy el más gordo, el más alto, el más viejo, el que tiene más pecas”. Tienes que entender que las opiniones de los demás no son tan importantes como las tuyas. Si alguna vez te encuentras con una persona que te hace sentir que eres demasiado alto, demasiado pecoso, lo que sea, esa persona está pensando esas cosas sobre sí misma. Está pensando algo odioso sobre sí misma y lo refleja en los demás. Dependemos demasiado de las opiniones de los demás, cuando en realidad todos estamos buscando el amor.

P: ¿Qué pasa si alguien teme ser juzgado por su nivel de condición física?
Stanley: Si vas a clases de HIIT, Zumba o CrossFit, nadie llega el primer día y sabe lo que está haciendo. Ni siquiera en las primeras dos semanas. En yoga, cada vez que te subas a la colchoneta debería ser como la primera vez. Hazlo siempre como si nunca lo hubieras hecho antes, porque en el momento en que creas que lo sabes todo, te tumbarás boca abajo, sudando. La práctica está pensada para ser difícil. Muchas personas van por la vida con un exceso de confianza. Necesitas estar en situaciones en las que no seas el número 1.



P: ¿Qué te atrajo de esta asociación?
Stanley: Mi objetivo es tratar de normalizar la experiencia humana. Hay muchas cosas que nos hacen sentir avergonzadas, y muchas mujeres se sienten incómodas con sus períodos y con hablar sobre el cuidado femenino. Cuanto más nos alejemos de esa mentalidad, mejor podremos ser. Cambiar esa conversación es la base de lo que estoy haciendo. Todos tenemos que asumir un papel para cambiar esto.

P: ¿Cómo cambias tu práctica de yoga cuando tienes el período?
Stanley: Muchas personas ni siquiera se presentan cuando tienen el período porque están preocupadas. Pero cuando tienes el período, es un momento fantástico para ir a yoga: tu cuerpo necesita ese cariño. Cuando tengo el período, lo primero que tengo son calambres. Y los calambres son la razón por la que no quiero ir a ningún lado. Pienso: “Voy a estar dando vueltas en mi mat deseando estar en la cama”. Pero permitir que el cuerpo esté quieto permite que el músculo se tense y la fascia se desarrolle. El yoga se trata de masajear el cuerpo: literalmente giras el útero. Los ejercicios de apertura profunda de cadera son otra forma de liberar la sensibilidad. Incluso puedes invertir el cuerpo. Tal vez no hacer el pino o el pino, pero las piernas en la pared son terapéuticas. Adáptate a donde estés.

P: ¿Qué opinas sobre la influencia de las redes sociales en el yoga?
Stanley: Es un arma de doble filo. A menudo permite a la gente practicar, pero da la impresión de que hay que saber hacer el pino para hacer yoga. Si te sientas en un escritorio todo el día, si no haces estos movimientos con regularidad, si tienes una lesión, si has tenido un hijo, si nunca has hecho yoga, ¿cómo podrías ser capaz de hacer estas cosas mágicamente? Yo no era ni de lejos tan flexible ni tan fuerte como lo soy ahora cuando empecé. Por eso haces yoga, para poder experimentar esos cambios, no para presumir.

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN 
No te pierdas de nuestro contenido ni de ninguna de nuestras guías para que puedas avanzar en los juegos que más te gustan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir