¿Está saboteando su dieta y sus objetivos de ejercicio? Pruebe estas 36 soluciones de los usuarios de MFP

El dicho popular “eres tu peor enemigo” puede ser especialmente cierto cuando se trata de adelgazar, comer mejor y ponerse en forma. Preguntamos a los usuarios de nuestro sitio cómo evitan el autosabotaje; sus opiniones pueden brindarte las soluciones que necesitas para superar tus obstáculos.

Mantenga la inspiración visual a mano.

“Simplemente miro las fotos de mi progreso y reconsidero mi dieta antes de comer algo. Se está volviendo mucho más fácil: he bajado 128 libras hasta ahora”.
—Dustin K.

“Pongo fotos de lo que debería estar comiendo dentro de mi refrigerador”.
—Anne C.

“Mira fotos antiguas, lee diarios y reflexiona sobre cómo era tu vida justo antes de hacer el cambio para convertirte en una mejor persona”.
—Melinda B.

“Guardo una foto mía en mi cajón de quesos, cuando era más grande. El queso es mi debilidad. Me ayudó a comerlo con moderación cuando era apropiado para la comida, y no solo como tentempié”.
—Lizzie M.

“Miro las imágenes de mi progreso. También hice una lista de victorias no relacionadas con la báscula a lo largo de mi camino y las leo cuando me entran ganas de decir “al diablo con esto”. Me recuerdan lo lejos que he llegado. También tengo algunos amigos que son compañeros de responsabilidad. Me acerco a ellos cuando siento la tentación o sé que podría sentirme tentada. Saber que me preguntarán cómo me fue me ayuda a mantener el rumbo”.
—Laura S.

Afloje sólo lo suficiente.

“Un día a la semana me permito exceder mi límite calórico en 200 calorías. De esa manera, no siento que me estoy privando de algo y no me doy atracones”.
—Alicia T.

“La constancia es fundamental. Tener un día de excesos solo impide el progreso. Es una cuestión de mentalidad. ¿Quieres perder peso o no? Si es así, los días de excesos deberían ser menos frecuentes y llevar una dieta sana y limpia debería ser un cambio de estilo de vida”.
—Lisa M.

“Acepto que habrá días malos y me permito tener días de descanso (aunque no muy seguido) para no sentirme privada de nada. Pero no dejo que un día malo se convierta en una espiral de vergüenza que me arrastre a más días malos. Lo ignoro y trato de estar más activa al día siguiente para intentar compensarlo un poco. Somos humanos, a veces nos caeremos en nuestro camino hacia una mejor salud, el truco es no permitirnos quedarnos deprimidos”.
—Jennifer S.

“Las galletas Oreo son mi punto débil, así que compro las Thins y solo como media porción”.
—Michael N.

“Tenemos chocolate, pero solo un trocito. Si no nos permitiéramos pequeños caprichos, nos daríamos un atracón como si nunca más fuéramos a comer chocolate. Es cuestión de moderación”.
—Cholena O.

“Durante la semana me recuerdo a mí misma que, si tengo antojo de algo durante el día, puedo comerlo el fin de semana. Me gusta tener un día que espero con ilusión; ni siquiera un pequeño helado me arruinará la dieta. Descubrí que privarme de algo que realmente quiero solo me hace querer comer muchas otras cosas que no debería solo para compensar esa única cosa”.
—Terri T.

Controla tus antojos, no dejes que ellos te controlen.

“No es la cosa más saludable del mundo, pero cuando tengo antojo de algo dulce, mastico chicle sin azúcar”.
—Marcie H.

“Come de todo con moderación.”
—Carrie B.

“No tengo nada en casa que pueda comer en exceso. Si quiero un capricho, tengo que ir a buscarlo. Incluso en ese caso, compro una porción para niños o una porción individual”.
—Nannette S.

“Como de todo con moderación y no elimino ningún alimento ni grupo de alimentos. No tiene por qué ser doloroso”.
—Stacey B.

“Intento buscar alternativas saludables cuando tengo antojos. Por ejemplo, si quiero algo dulce, trato de comer frutas frescas. Si quiero algo salado, trato de comer almendras saladas. Cuando tengo hambre, trato de beber agua para ver si eso me ayuda”.
—Tiffany B.

“Miro lo que voy a comer o beber y pienso: ‘¿Realmente quiero escribir esto en mi diario de comidas?’ Si la respuesta es no, entonces le ofrezco el alimento a otra persona. Si no quiero escribirlo, entonces obviamente no necesito comerlo”.
—Eve C.

“Me encantan los pasteles y las galletas, pero trato de pensar en ahorrar dinero al no comprarlos. Las ensaladas son más baratas y saludables”.
—Andy D.

“Todavía estoy tratando de entenderlo. En lo que respecta a la dieta, estoy tratando de aprender a disfrutar de las cosas más saludables y hacer sustituciones más saludables para poder disfrutar de la comida y seguir en el buen camino”.
—Jamie L.

Programe prácticas saludables hasta que se conviertan en rutina.

“Prepare proteínas a la parrilla. Prepare recipientes individuales con proteínas, frutas y verduras para varios días”.
—Sherrol L.

“Me doy un tiempo determinado al día para hacer ejercicio. Me digo a mí misma que hay que ir con calma, pero cuando me acostumbro vuelvo a esforzarme y me alegro de no haberme quedado tirada en el sofá”.
—Kim F.

“Preparo mi almuerzo y registro todas mis calorías el día anterior. De esta manera, mis elecciones de alimentos no se basan en mis emociones”.
—Elizabeth S.

“Dividí mis 60 minutos diarios en la cinta de correr en dos sesiones de 30 minutos. Parece que está funcionando”.
—Amy C.

“Programa todo: tus comidas, refrigerios, entrenamientos, etc.”
—Becky W.

“He establecido un toque de queda a las 8 p. m. para mis comidas. Después de esa hora no como y hasta ahora ha funcionado”.
—Kathy H.

“Mantente organizado. Cuando me desorganizo, cosas como la planificación de las comidas se van al traste”.
—Cabe S.

“Programo mis actividades en mi agenda y en mi planificador, y siempre programo un día libre. En lo que respecta a la comida, me ayuda planificar con antelación y utilizar el domingo para cocinar la mayor parte de la semana”.
—Kelly W.

Reclutar a otros para ayudar/inspirar.

“Trabajaba con un entrenador todas las semanas. Me ayudó a mantenerme motivada y concentrada”.
—Lori M.

“Empecé a entrenar como entrenadora física. Me ayuda a mantenerme en forma cuando sé que hay personas que cuentan conmigo para publicar consejos y nuevas recetas, mostrarles fotos de sus progresos y animarlas a hacer sus ejercicios. Necesito ser un buen ejemplo para mi hija y mis clientes, además de hacerlo por mí misma”.
—Nicole K.

Sea proactivo en lugar de reactivo.

“Camino 8 kilómetros todas las mañanas. Tengo 69 años y he perdido 14 kilos. He notado que si sigo caminando, puedo disfrutar de algunos alimentos diferentes y no tengo que ser tan estricto, solo cauteloso”.
—Donis G.

“Si me caigo, lo dejo atrás y vuelvo a empezar de inmediato. Es un maratón”.
—Jacqueline M.

“Si sabes que no podrás dejar de comer, compra solo lo que necesites. Yo solía comprar grandes cantidades de queso, pero no puedo dejar de comerlo, así que ahora solo lo compro cuando voy a hacer algo que lo necesite y trato de comprar pequeñas cantidades”.
—Denise B.

Concéntrese más en cambiar su forma de pensar que su forma de verse.

“Leí en alguna parte que esto se debe a que no crees que vales la pena alcanzar el éxito y tienes una baja autoestima. Definitivamente puedo identificarme con eso, ya que ni siquiera se trata de ‘extrañar’ ciertos alimentos. ¡Necesito trabajar en mi autoestima y darme cuenta de que valgo la pena!”
—Susan H.

“Cambia de dieta a estilo de vida. No se trata de un atracón a corto plazo para alcanzar tu objetivo; es un cambio a largo plazo en tu forma de ver la comida. Mi relación con la comida no es la de conseguir compañía o consuelo. Es la de sustentar la vida y eso es todo. Puedo celebrar sin comer. Es algo increíble cambiar la forma en que piensa tu mente”.
—Stephanie G.

“Celebro los pequeños éxitos y los tomo día a día. Si tengo un momento en el que como de más y me quedo acostada en el sofá, lo acepto y trato de aprender de ello. Llevo un pequeño diario de esos momentos y busco las cosas positivas que he escrito sobre mí para levantarme. ¡He estado en una muy buena racha!”
—Stephanie H.

“Pienso en lo mucho que he avanzado y en lo difícil que es perder peso y lo fácil que es recuperarlo. No siempre funciona, pero la mayoría de las veces sí. También pienso en el poco tiempo que pasa en la boca la comida equivocada y eso hace que aparezcan todos esos kilos de más. Creo que, al final, se necesita una gran fuerza de voluntad; sin ella, es un desastre”.
—Barbara B.

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN 
No te pierdas de nuestro contenido ni de ninguna de nuestras guías para que puedas avanzar en los juegos que más te gustan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir