Hierbas frescas de cuatro maneras

Ya seas un cocinero habitual, un jardinero o un aspirante a chef que ama preparar comidas sabrosas, sabes que las hierbas crecen como la maleza en esta época del año. Están en todas partes: en el mercado de agricultores, en la tienda de comestibles y en ese pequeño trozo de tierra en el patio trasero. No dejes que crezcan de forma silvestre ni que se desperdicien.

¡Aquí hay cuatro formas rápidas y fáciles de utilizar estos amigos frescos en tus comidas diarias para hacerlas más memorables y, sobre todo, más sabrosas!

1. PREPARA UNA ENSALADA GRANDE

Cuando el clima se calienta, nuestro interés por cocinar disminuye. Es entonces cuando una gran ensalada se convierte en una opción fácil para la cena. Agregar hierbas frescas es una forma segura de hacer que la comida sea memorable. Piense más allá de la lechuga romana, las espinacas y la rúcula, y comience a agregar hierbas tiernas como perejil, cilantro, perifollo, estragón, menta o eneldo. Simplemente enjuague las hierbas, séquelas, luego saque las hojas de los tallos y agréguelas, enteras, a cualquier ensalada. Use poco aliño: una vinagreta ligera permite que el sabor y las notas frescas de las hierbas brillen. ¿Quiere darle volumen a su ensalada? Pruebe a agregar granos cocidos, carnes o incluso huevos fritos o escalfados y conviértala en una comida.

2. Cúbrete una pizza (o tu próxima rebanada de pan tostado)

Ya sea que prepares una pizza desde cero o que la coloques congelada en el horno, agregar hierbas frescas como eneldo, perejil, orégano o albahaca hará que tu pizza brille. Cocina primero la pizza y luego agrega las hierbas (de lo contrario, se marchitarán). Si no vas a preparar una pizza en un futuro cercano, prueba espolvorear hierbas frescas sobre tu próxima rebanada de pan tostado con aguacate para darle un toque de sabor y color.

3. PONLOS EN UN ADEREZO PARA ENSALADA

Las hierbas frescas son una excusa perfecta para experimentar con aderezos para ensaladas y vinagretas. Sus sabores frescos llevan una simple mezcla de aceite y vinagre al siguiente nivel al redondear los sabores grasos y ácidos. Una vinagreta con hierbas frescas dura semanas en el refrigerador, lo que también la convierte en una forma sensata de aprovechar los ingredientes. Si prefieres algo cremoso, las hierbas finamente picadas también pueden realzar un aderezo fuerte hecho con crema o queso fresco. Las hierbas picantes y fuertes como el eneldo o el cebollino son las favoritas. Asegúrate de picar las hierbas finamente, para que se mezclen bien con cualquier preparación y para garantizar una distribución uniforme del sabor.

4. PREPARA UNA PAN PARA UNTAR

No es ningún secreto que tener albahaca extra es una gran razón para hacer pesto. Pero el perejil, el cilantro y la menta adicionales también son buenas razones. Si no te gusta el pesto, crea una pasta para untar o un hummus casero con hierbas. Mezcle las hierbas frescas en un procesador de alimentos con otros ingredientes que tenga a mano (piense en: verduras resistentes, como col rizada, espinaca o rúcula, aguacates, nueces, garbanzos, queso y aceites) y pruébelo. Experimente con su propia receta, con el objetivo de hacer algo cremoso y sabroso para untar en galletas o sándwiches, para mojar verduras o para agregar a comidas de un solo tazón como una explosión adicional de sabor.

¡Sé valiente! ¡Tus hierbas lo merecen!

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN 
No te pierdas de nuestro contenido ni de ninguna de nuestras guías para que puedas avanzar en los juegos que más te gustan.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir