Los orígenes de la siesta

La siesta es sencilla, pero su historia es mucho más compleja. Hablamos de una serie de raíces antropológicas, relevancias culturales y funciones. Pero empecemos por los detalles de lo que es una siesta: un breve período de sueño. Eso lo sabemos todos.
La pregunta que tienes: ¿Hay una razón detrás de la siesta?
La respuesta corta: sí, hay una razón. En realidad, varias razones. La tradición de tomar siestas se remonta a miles de años atrás y su función ha cambiado y se ha ido moldeando a lo largo de la historia.
Al principio, las siestas eran una práctica habitual. Se utilizaban para que la gente pudiera dormir durante las horas más calurosas del día y evitar los fuertes rayos del sol. Era una cuestión de conservación de energía y una práctica de utilidad general, un caso de la forma que sigue a la función.
La siesta ha formado parte de la cultura humana durante siglos (hablamos de los antiguos romanos y griegos, entre los siglos VIII y VI a. C.). La palabra “siesta” en realidad tiene raíces latinas de “sexta” y “hora”, que se traducen como “sexta hora”, o el momento del día en que todos tomaban una siesta. La siesta está registrada en la ley islámica y también está escrita en el Corán. La gente ha estado durmiendo la siesta durante mucho, mucho tiempo.
En España se introdujo la siesta de dos horas para que los agricultores pudieran descansar durante las temperaturas máximas. La siesta se hizo común en Grecia, Italia, Costa Rica, México, Ecuador y Nigeria, lugares donde la gente pasa mucho calor durante el día. Cuando el clima dejó de ser un problema, la siesta siguió siendo parte de estas culturas.
En lugar de ser parte de una tradición, la siesta ha sido una idea con la que Occidente ha flirteado. Cuando se relacionaron beneficios como un mejor estado de ánimo y un mayor estado de alerta con la siesta, el fenómeno se extendió. En el vertiginoso mundo de los negocios y el fitness de 2016, sentirse despierto es un bien preciado. Encontrar formas no solo de mantenerse despierto, sino también de sentirse con energía es algo muy buscado. Así fue como la siesta comenzó a abrirse camino en culturas que no estaban arraigadas con la siesta tradicional.
La siesta ha pasado de ser una forma de combatir el calor a un descanso cultural del mediodía y a una forma natural de reiniciar el cuerpo humano para tener su propio día del año (el Día Nacional de la Siesta es el 14 de marzo). ¿Por qué ha resistido la prueba del tiempo? Por su utilidad. Hoy en día, los científicos siguen realizando estudios para identificar más beneficios de la siesta. Han descubierto beneficios para la memoria y formas naturales de reducir el impacto del estrés en nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Mientras la siesta pueda ser una ayuda eficaz para la salud física y mental, no desaparecerá de nuestra cultura en un futuro próximo.
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